¿Por qué se producen robos en sitios vigilados?

¿Por qué se producen robos en sitios vigilados?

Por Vicente Soto Pelegrín.  Criminólogo

Muchas empresas y entidades públicas o privadas deciden contratar un servicio de vigilancia para prevenir el delito en sus propiedades. Esencialmente el robo, los actos vandálicos y el sabotaje. El servicio contratado puede ir desde un sólo vigilante hasta un sistema integral de vigilancia compuesto por un equipo de vigilantes, por un sistema de videovigilancia con CCTV y diversos sensores de alarma.

Sin embargo en algunos edificios objeto de protección los actos delictivos se siguen produciendo. ¿Qué es lo que falla?

En primer lugar hay que remarcar que la seguridad al 100% no existe. En segundo lugar, la motivación del delincuente para cometer el acto es un factor a tener en cuenta. En tercer lugar, la motivación y la moral de los miembros del servicio de seguridad es muy importante para pasarlo por alto. En cuarto lugar, debemos preguntarnos si  los sistemas electrónicos disponibles son los adecuados. En quinto lugar, es necesario conocer si los diferentes responsables de seguridad están preparados para coordinar un servicio de seguridad.

Veamos cada caso.  Sobre la motivación del delincuente, Lawrence Cohen  y  Marcus Felson dan más importancia a la oportunidad para cometer el delito que las características del delincuente. No obstante afirman que  deben darse tres supuestos para la comisión del acto delictivo, el delincuente motivado, el objetivo adecuado y la ausencia de “guardianes”. Esto es conocido como la teoría de las actividades rutinarias. El éxito del delincuente en una primera incursión delictiva lo motiva para intentos posteriores.

La motivación presenta unas bases biológicas, (ya que la biología regula las emociones), conductuales, (la motivación está sujeta al aprendizaje) y sociocognitivas (el pensamiento influye en las emociones) McDougall (1908) afirmó que la motivación está determinada por los instintos. Thorndike (1898) por su parte apuntó que el aprendizaje es la base principal de la motivación. Paulov (1927) estableció el condicionamiento clásico como motivador de conductas. Las expectativas sobre uno mismo también influyen sobre los actos motivados.

La motivación del equipo de seguridad no difiere de la motivación del  delincuente, los procesos son similares aunque no su fundamentación o finalidad. Cuando se genera una expectativa y a esta no le sigue un resultado esperado aparece la frustración. La frustración se manifiesta en forma de apatía, dejación de funciones, desinterés, bloqueo ante situaciones, reacciones emocionales como la ansiedad, el nerviosismo o el insomnio, etc.

 Un equipo de vigilantes a los que no se les reconoce nunca su buena labor ni por la empresa de seguridad, ni por el cliente; que deben sufrir los agravios comparativos debido a amiguismos y a la falta de sensibilidad hacia sus necesidades básicas por parte de mandos intermedios sin preparación, a la falta de liderazgo  asertivo, a la falta de liderazgo efectivo, tarde o temprano la desmoralización y la frustración se apodera de ellos y automáticamente se resiente el sistema de seguridad.  Es en ese momento cuando el delincuente encuentra brechas en el sistema para cometer sus fechorías.

Decía Napoleón que para tener buenos soldados había que tener buenos generales. De nada vale tener un equipo humano preparado si los mandos intermedios, véase jefes de equipo, inspectores, responsables de seguridad, no tienen capacidad para analizar de riesgos, capacidad de coordinación y gestión equipos, y sobre todo asertividad. Es normal, que no es lo mismo que correcto, observar que en algunas empresas ponen al frente de la seguridad al jefe de mantenimiento o al jefe de cajas de un hipermercado, o a un ingeniero industrial, ERROR. Es normal, que no es lo mismo que correcto, obligar al equipo a seguir una rutina que conduce a fallos en la seguridad. La falta de preparación, el desconocimiento y la prepotencia predispone al fracaso.

Otro de los campos a  analizar es si el sistema de seguridad electrónico es el adecuado para las características de la zona a proteger; o si funciona con todas sus prestaciones; o si cumple con los requerimientos de mantenimiento necesarios. Tener instaladas 20 cámaras no es sinónimo de efectividad si no va acompañado de un análisis de riesgos previos y si no hemos dado respuesta a estas preguntas: ¿Qué se debe proteger? ¿Por qué se debe proteger? ¿De qué  se debe proteger? ¿De quién se debe proteger? ¿Dónde se debe proteger? ¿Cuándo se debe proteger? ¿Cómo se debe proteger? En ocasiones, en el diseño del área a proteger no se ha tenido en cuenta la seguridad, sacrificada en aras de la estética, lo que se traduce en más costes en instalaciones electrónicas, o lo que es peor, puede implicar “zonas muertas” en la protección.

En definitiva, es misión tanto del que requiere el servicio como del que lo ofrece (cliente-empresa de seguridad) velar por el efectivo cumplimiento de los protocolos de seguridad, por el cumplimiento de las normas laborales y por el cumplimiento de la Ley, y sobre todo mantener motivado al personal con el fin de evitar brechas en la seguridad.

Por esto es de vital importancia realizar auditorías del sistema de seguridad integral que abarque la auditoría de la seguridad pasiva, activa, protocolaria y humana, incluida la capacidad de los mandos y/o responsables de la actividad o lugar a proteger.

 

 

 

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