La Asociación Internacional de Hoteles (IH&RA) en el año 2004 identificó la seguridad como el segundo punto de impacto en la industria hotelera en los próximos años
Al momento de desarrollar un plan de trabajo para establecer un modelo de seguridad en un establecimiento hay una importante cantidad de variables a tener en cuenta ya que los riesgos son varios y constantemente surgen nuevas situaciones que deben atenderse.
En ese sentido es importante definir la política de seguridad del establecimiento así como también plantearse objetivos e indicadores que nos permitan medir la efectividad de nuestras acciones y establecer programas de mejora.
El desarrollo de normas para el funcionamiento de la seguridad en el alojamiento es otro de los pasos a seguir. Estas normas deben estar en concordancia con la legislación vigente y deben asegurarse los mecanismos para el cumplimiento de las mismas
Anteriormente mencionamos que existe una gran variedad de riesgos, para poder dar respuesta a los mismos de acuerdo a los objetivos y normas establecidas es necesario detectarlos y contemplar las acciones a seguir frente a estos.
Para esto es importante desarrollar un manual de procedimiento, indispensable también para el aseguramiento de la calidad. El manual debe ser conocido por todo el personal ya que es el instructivo donde se vuelcan las acciones a seguir en cada caso y en él se detalla quien es el responsable de las mismas. Los procedimientos deberán abarcar tanto situaciones de riesgo sobre las personas, los bienes y las instalaciones como así también los procedimientos a seguir en situaciones de conflicto o de situaciones de emergencia.
Cabe destacar que en las políticas de seguridad debe incluirse el concepto de “prevención” de modo tal que exista una constante tarea por adelantarnos a los hechos y reducir la probabilidad de que tenga lugar un acontecimiento no deseado.
Si bien sería operativa y económicamente viable tener bajo control todas las amenazas podemos disminuir el factor de riesgo poniendo en práctica un conjunto de medidas que permitan el monitoreo y análisis constante de los riesgos que pudieran ocurrir.
En conclusión podemos decir que para que las políticas de seguridad del alojamiento cumplan si cometido se requiere, en principio, el compromiso e la dirección para poner todos los recursos disponibles a favor de la misma y se realice un trabajo sostenido en el tiempo a favor del desarrollo del sistema de seguridad.
Autores: Lucia A. Davoian y Andrea B. Di Carlo
Lics. en Turismo